Soñando en "Mareas Extrañas"...

  •   ¿Ya abriste los ojos?
  •   No me provoca. Tengo locha. Aunque técnicamente, carezco de los incentivos.
  •   ¿Qué tal si lo haces solo por dar ejemplo?
  •  Me queda la satisfacción que de mal ejemplo, si sirvo. ¿De modelo a seguir? Lo dudo. Aun sigo aprendiendo de mis errores. Creo. ¿Repetirlos cuenta?
  •   Lo dudo. Pero debe ser como despertar a un hombre cuando está borracho. En primera instancia, creerá que lo despiertan para seguir bebiendo. Es como el perro que se persigue la cola para morderla. Siclo vicioso.
  •   Entonces, has de cuenta que estoy borracho y déjame dormir. O si te animas, tú despiértate y hazme un desayuno. Algo pesadito para empezar el día.
  •   En momentos como este, me alegro que no sos un beodo molesto. Si fueras un borracho continuado, ya te abrían mandado a la mierda.
  •   Mierda es lo que va a volar si no me dejas en paz con el sueño que tengo pendiente. Además, soy “bebedor social”. Y ando acortando mi círculo de amigos. Entonces, ¡déjame en paz!
  •   ¿Si no te dejo tranquilo, me darás una de las 882 piezas de oro del pago de Cortéz, para que dejara la matanza y dejarme maldito para la eternidad?
  •   ¿Otra vez viendo Piratas del Caribe?
  •   Me gusta esa película. Las 4.
  •   Entonces, piérdete en “Mareas extrañas” y dejáme dormir, nacido por cesárea.
  •   Quieres decir “mal parido”.
  •   Tu lo dijiste, no yo. Fijo lo dijo primero tu mamá que yo. Sos un cansón gigante.
  •   ¿Calzón gigante?
  •   Y un sordo de lo peor.
  •   Un gordo en babor.
  •   Te lo juro, o me dejas tranquilo o te asfixio con la almohada.
  •   Tú le das un tono macabro a cualquier delirio.
  •   Eso es del diálogo de Tía Dhalma gran hijueputa, y vete de mi habitación.

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